La Economía Circular es el modelo de desarrollo futuro que tanto Europa como el mundo necesitan para promover un crecimiento económico sostenible y respetuoso tanto con el medio ambiente como con las personas. Su aplicación es ineludible en todos los sectores económicos y, por tanto, la minería no es una excepción. Los objetivos de desarrollo sostenible que la ONU ha marcado para el año 2030 ponderan el desarrollo de tecnologías verdes que requieren diferentes minerales para su funcionamiento. Además, la minería es fuente de recursos para distintas industrias, lo que convierte la aplicación de principios circulares y el impulso de la trazabilidad de los materiales en elementos indispensables para avanzar hacia una Economía Circular global.
Economía Circular en la minería
A pesar de apostar por modelos cada vez más circulares, los recursos primarios obtenidos a través de la minería siguen siendo necesarios debido al crecimiento del consumo y a que existen minerales básicos para la producción energética y los bienes tecnológicos. Pero aplicando la Economía Circular en la minería se conseguirá minimizar la escasez de recursos minerales, el desperdicio de recursos y la contaminación medioambiental a la vez que se generan ventajas económicas. De esta forma, lo que se trata de conseguir en la minería con la aplicación de los principios circulares es, fundamentalmente, reducir la huella de carbono y el impacto ambiental de su actividad, además de mejorar la trazabilidad de los recursos obtenidos, para garantizar su máximo aprovechamiento.
Para ello, es necesario maximizar la eficiencia de la actividad minera, ahorrando energía y otros recursos y reduciendo en lo posible los residuos. Al tratarse de un sector que consume masiva energía, agua y productos químicos su potencial de mejora mediante la Economía Circular es muy elevado. Pero estas prácticas sostenibles no pueden suponer una pérdida de rentabilidad o competitividad para que resulten atractivas a las empresas mineras.
En la actualidad, el sector minero se enfrenta a retos importantes, como la caída de la calidad de los minerales, un coste energético y laboral cada vez mayor, la mayor dificultad para acceder a yacimientos y los crecientes requisitos medioambientales exigidos.
Minería Verde
Este tipo de minería se basa en la eficiencia en el uso de materiales, el agua y la energía, minimizando el impacto ambiental negativo y asegurando la trazabilidad de los recursos obtenidos para su correcto aprovechamiento, además de cuidar su correcto encaje dentro de la comunidad en la que desempeña su actividad.
Los medios para avanzar en estos objetivos son la optimización de las tareas laborales y organizativas, el fomento de tecnologías limpias y de última generación, y la aplicación de una metodología donde prime la eficiencia por encima de todo. Otro factor a considerar es la sostenibilidad de los terrenos, poniendo en práctica en la medida de lo posible planes de rehabilitación de los mismos tras el cese de la actividad. Para avanzar en esta dirección la minería necesita suscitar alianzas estratégicas con universidades y centros tecnológicos, con el fin de aplicar las innovaciones técnicas de última generación que puedan redundar en una mejora de la eficiencia. Elementos como las energías renovables, la racionalización en el uso de productos químicos tóxicos, la aplicación del ecodiseño y otros principios circulares son imprescindibles para hacer de la minería una práctica cada vez más sostenible y ambientalmente responsable, capaz de generar beneficios económicos, sociales y medio ambientales.
Dentro de las iniciativas surgidas para fomentar una minería sostenible destaca el proyecto “Climate Smart Mining”, desarrollado por el Banco Mundial y que promueve el uso de tecnologías de energías limpias (eólica y solar etc.), disminuyendo los efectos en el medio y el clima y apostando por inversiones en países en desarrollo que son ricos en minerales. También la International Copper Association (ICA), organización mundial que agrupa a los productores de cobre, cuenta con el programa Copper Mark, cuya misión es profundizar en el desarrollo sostenible de las minerías de cobre.
Elementos necesarios
Para implantar un modelo circular y verde en la minería se requiere un plan de acción que delimite las prioridades que han de abordarse en primer lugar, la tecnología necesaria, y las obligaciones normativas que se han de cumplir. Dentro de esa metodología han de considerarse una serie de factores:
-Tecnología e innovación: Tecnología puntera que respete el cuidado del medio ambiente y el suelo, las consecuencias sobre las comunidades y los trabajadores, y sea capaz de optimizar los procesos en pos de una mayor eficiencia. Las innovaciones tecnológicas en la clasificación de los minerales son muy importantes para mejorar su trazabilidad y maximizar el aprovechamiento.
-Competitividad: Las mejoras tecnológicas y de metodología laboral tienen que supeditarse tanto a optimizar la sostenibilidad ambiental y climática como a hacer a la empresa más competitiva, redundando en un beneficio palpable tanto para la empresa en sí misma como para sus trabajadores y la comunidad en la que se radica.
-Energía: Fomentar las fuentes energéticas renovables y limpias para minimizar emisiones e impactos ambientales.
–Emisiones: Reducir la huella de carbono y la emisión de gases de efecto invernadero.
-Agua: Se debe cuidar la llamada “huella azul”, es decir, el agua extraída de fuentes superficiales o canales subterráneos y que no retorna a su ambiente, ya sea por evaporación o porque es vertida. También hay que atender a la “huella verde”, el agua de lluvia que queda contenida en superficies y puede aprovecharse en explotaciones agrícolas y forestales.
-Seguridad y salud laboral: Es prioritario mejorar la seguridad de los operarios en el trabajo,
ofreciendo unas condiciones exigentes de seguridad y formación adecuada en este ámbito.
-Igualdad de oportunidades: Entornos laborales equilibrados donde se premie la eficiencia en el desempeño de la labor y la productividad, con normas claras y motivadoras. Incrementar la participación de la mujer y ser más inclusivos son factores a desarrollar.
-Transparencia: Política comunicativa clara y asertiva, tanto a nivel interno como en lo referido a la imagen que se proyecta al exterior. Promover la comunicación de los beneficios que redunda en la sociedad la actividad de la empresa.
-Cuidado de la comunidad: Evaluar los impactos provocados en la comunidad en la que la empresa minera desarrolla su actividad, tratando de mejorar la calidad de vida de la población, ya sea mejorando el medio ambiente como ofreciendo trabajo de calidad.