Así lo propusieron desde Yamana, la empresa que tiene participación mayoritaria en el Proyecto Integrado Minera Agua Rica – Alumbrera (MARA), en la provincia de Catamarca, que acaba de reiniciar su fase de exploración.
El presidente de la minera Yamana Gold Argentina, Nicolás Bareta, dijo que el sector debe generar más transparencia en la información y entender la preocupación de las comunidades en la sustentabilidad ambiental, la generación de empleo, y el desarrollo de la cadena de valor, para aprovechar la riqueza geológica y el ciclo positivo del precio internacional de los metales.
Yamana tiene participación mayoritaria en el Proyecto Integrado Minera Agua Rica – Alumbrera (MARA), en la provincia de Catamarca, un emprendimiento que acaba de reiniciar su fase de exploración que le permitirá recoger datos para un nuevo estudio de impacto ambiental, previo a la explotación de un yacimiento polimineral de cobre, oro, plata y molibdeno.
«Debemos trabajar mucho más en transparencia, en comunicación, con una mecánica que a veces no parece suficiente», afirmó Bareta en una entrevista con Télam al analizar el contexto del desarrollo minero que demandará una inversión de US$ 2.300 millones durante su etapa de construcción.
El proyecto Agua Rica tuvo sucesivos retrasos desde la década del 90, momento desde el cual su titularidad paso por las manos de tres operadores que no pudieron sobrellevar las fluctuaciones de precios de los metales, las preocupaciones ambientales judicializadas y la resistencia que generó por parte de grupos antimineros.
«La minería metalífera es una de las salidas legitimas que tiene la Argentina para su reconstrucción, basada en los recursos que tiene y sustentablemente manejados» (A)Nicolás Bareta(S)
«Pero también hay que destacar cuánto va a contratar y comprar localmente, cómo va a participar la comunidad de los controles ambientales, y entender cómo se van a reingresar y repatriar los fondos para seguir explorando y hacer la vida de esa mina mas grande, con impacto transformador de las comunidades», explicó.
Desde una perspectiva macroeconómica, Bareta resaltó «la ayuda de los precios internacionales de los metales en un ciclo positivo, y el trabajo que se está dando la Argentina en potenciar otros factores que brinden mayor competitividad con un marco impositivo progresivo que signifique poder recuperar la inversión en el periodo de repago entre 5 y 6 años».
«A partir de ese momento -continuó- se podrá trabajar en esquemas que hasta incluso superen la recaudación que establecen las normas hoy para recaudar mas cuando la mina gana mas y permitir que se recupere y mantenga la fuente de trabajo cuando los precios bajan como ocurre en Canadá Chile o Perú».
La Argentina a través de la Mesa Nacional Minera que culminó el viernes -en el que se elabora el Plan de Desarrollo de la Minería Argentia- está «dando una discusión amplia sobre la necesidad de que se pueda recuperar la inversión, el acceso a los mercados internacionales, la asociatividad de la cadena de valor y que se respeten reglas básicas durante los tiempos de la minería que son largos», dijo el directivo.
Al argumentar esa posición, señaló que casi el 90% de toda la cadena de valor queda en el país: «salarios, proveedores, transporte, materiales, control de calidad, impuestos nacionales, provinciales, los cánones por el uso de agua en proyectos que son de interés público por el trabajo que genera en economías regionales, el ingreso de divisas, y la mejora en la balanza de pagos con commodities que demanda el mundo».
Para el ejecutivo de Yamana, la industria tiene «demostrada su capacidad de ingreso fiscal y parafiscal, donde en término de impuesto a las ganancias, retenciones, regalías e ingresos brutos locales y aportes a distintos entes locales» y que en el caso de MARA «puede dar entre un 20 y 30% más en dólares históricos de lo que generó Alumbrera, es decir unos ingresos totales a los distintos fiscos de más de US$ 1.100 millones durante 30 años».