A casi veinte días de que el Proyecto Josemaría recibiera la Declaración de Impacto Ambiental, dos integrantes del equipo de Liderazgo de la empresa, Iván Grgic, al frente de Relaciones Institucionales, y Carolina Laumann, responsable de Comunicaciones, comentaron extensamente sobre la actual instancia del cuprífero, la expectativa en cuanto al empleo que generará y la que tienen los proveedores, y también sobre la comunicación.
Ambos responsables de las áreas mencionadas participaron en el programa radial “Creación Renovable” que se emite todos los sábados de 12 a 14 horas por la CNN Radio San Juan. Distendidos y por más de media hora, Iván Grgic y Carolina Laumann hablaron de los desafíos del Proyecto Josemaría en la actual etapa del proceso tras haber obtenido la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) de parte de la autoridad provincial.
– ¿Cómo están trabajando en Josemaría desde que obtuvieron la DIA?
CL-Son momentos súper esperados, a veces la notica es en el día, pero el trasfondo implica semanas y meses de trabajo de todos los equipos de Josemaría. La Declaración de Impacto Ambiental era muy esperada por todos los que trabajamos en la compañía. Sin embargo, me gusta decir que este hito nos posiciona directamente en otra etapa, es decir, no llegamos hasta acá y aflojamos, al contrario, ahora se requiere muchísimo más, nuevos desafíos y muchas veces nos faltan horas del día para trabajar. Ni hablar de la campaña de exploración, donde se están realizando perforaciones como todas las empresas que exploran en alta montaña y tratando de acelerar lo máximo posible porque el rebrote que tuvimos en diciembre y en enero generó algunos inconvenientes y ahora estamos tratando de recuperar para cumplir con los objetivos de metraje.
– ¿Cómo manejan la expectativa que generó la DIA del proyecto en la comunidad y en los proveedores?
CL-Las expectativas y la ansiedad que genera el Proyecto no la manejamos nosotros, ojalá la manejásemos nosotros. Las expectativas son como un conjunto de diferentes situaciones que se generan a partir de expresiones de deseo, esperas, etc. Creo que todos tenemos una expectativa compartida y es que este Proyecto se ponga en marcha en algún momento, porque para San Juan va a significar un gran impulso. De nuestra parte entendemos que desde el lunes 11 que recibimos la DIA, de parte de la autoridad minera, todas las miradas y oídos quedaron dirigidos al equipo de Josemaría. Y como dije, la DIA cierra un ciclo, pero abre otro próximo y lo que siempre intentamos hacer es ser prudentes y respetuosos de la legislación. A partir de la aprobación de la DIA la legislación te otorga 20 días para que la empresa revise ese documento.
Este documento tiene 123 requerimientos y los equipos que conforman el proyecto estuvieron las dos primeras semanas leyéndolo con mucho detenimiento y analizando cada uno de esos puntos y ahora estamos en ese período de 20 días posteriores donde la empresa tiene la oportunidad de decir ok, estamos de acuerdo. En muchos de ellos ya venimos trabajando desde hace tiempo y en otros la autoridad está en conocimiento hace tiempo, pero también tenemos la posibilidad de decir con estos ciertos puntos no estamos del todo de acuerdo y necesitamos aclararlo. Es por eso que, en este proceso, es fundamental la prudencia, porque han sido varios meses de trabajo intenso de los equipos técnicos y de muchos trabajadores que vienen acompañando hace mucho a Josemaría.
IG-Nosotros tenemos veinte días hábiles a partir de haber recibido la DIA, lo cual es un hito aprobatorio muy bueno. Y lo que antes se le llamaban condicionantes ahora se les denomina acertadamente “requerimientos”. Estamos evaluando estos requerimientos para readaptar cosas, aplicarlas o continuarlas. Entre ellos todo lo que se refiere al desarrollo local. En Lundin siempre hubo un espíritu de desarrollo local y en Josemaría como proyecto y empresa siempre hemos tenido un compromiso de diálogo, de mesas de trabajo y lo que vamos leyendo y analizando de la DIA vuelve a confirmar lo que venimos haciendo y ahora vamos por más. Por ahí nos ponemos en diálogo con el Gobierno para decirles “nos parece mejor hacerlo de esta manera”, pero siempre vamos por más.
Nuestra intención del desarrollo local es muy amplia, por eso hemos incorporado a la fundación Lundin y estamos implementando un diálogo permanente con las Cámaras, pero también con los proveedores. Hasta el último análisis nosotros tenemos un 60% de proveedores registrados que no están en ninguna Cámara Minera. Esto implica una situación de diálogo permanente, porque nosotros establecemos diálogo con 14 Cámaras diferentes. Yo me junto con una Cámara, de esas catorce, y me estoy juntando con una parte de solo el 40% de los proveedores. No cuestiono para nada la representatividad de las Cámaras, pero su visión suele ser más pequeña. Como nos había pedido la gente de Iglesia y Jáchal, ellos necesitan mayor presencia y visualización, entonces estamos estableciendo diferentes tipos de diálogos.
– ¿Qué significa haber obtenido la DIA a nivel personal?
IG-Yo diría que significa haber concluido un proceso muy intenso, de mucho debate, de mucha investigación y de mucha revisión, tanto de los organismos intervinientes en el proceso de la DIA como de parte de los peritos y consultoras que lo han hecho para la empresa. Cabe destacar que el Informe de Impacto Ambiental no es algo que se presenta solo en San Juan, sino que nosotros se lo presentamos a nuestros inversionistas internacionales. Desde hace años hay gente en Canadá pensando y trabajando todo el tiempo en Josemaría. Estoy con una sensación de mucha felicidad por haber llegado a este momento. A su vez, la DIA es un hito sin lugar a duda, pero no es más que un paso. Simultáneamente hay muchos pasos como lo de comunicación, comunidades, equipos de ambiente, de ingeniería, etc.
Alguna vez comenté que Josemaría debía transitar por cuatro caminos simultáneos: Informe de Impacto Ambiental, permisos y acuerdos provinciales y acuerdos nacionales, y el año pasado empezamos a hablar de una quinta vía que iba a empezar a desarrollarse para convertirse en una súper autopista de gente abocada a miles de temas, esto comenzó hace algunos años y hoy, habiendo obtenido la DIA nos hemos ido todos por esta súper autopista de temas que van a la par. Como para redondear, la DIA es un hito, es importante, pero es un paso chiquito en relación con todo lo que queda o lo que va a comenzar.
CL-Es bueno destacar que la DIA es un hito, pero es un hito más. El proceso de evaluación comenzó y no va a terminar nunca. Porque Josemaría siempre va a estar en proceso de evaluación y de mejora continua. Hoy más que nunca esta mejora continua debe tener una mirada holística entendiendo que todos participamos. Y en la medida que mejor preparados estemos, mejor vamos a poder participar, no solamente la empresa, sino todos los actores. Esto es fácil decirlo, pero el desafío es llevarlo a la práctica porque en el medio hay distintos actores, hay agenda. Una operación minera como la nuestra que está en proceso de pasar de la exploración a la construcción, nuestro equipo de trabajo no está reunido todos los días en un solo lugar y cumpliendo un horario.
Estamos permanentemente en ruta, estamos dispersos, hay gente que trabaja por rosters, es decir que durante 14 días interactúas con una persona y durante 14 días con otra. Hacia adentro también tenemos metodologías y formas de mantenernos informados, y el desafío es mantener la interacción con el afuera. El esfuerzo interno lo conocemos nosotros, y en el mundo de la minería se conoce este esfuerzo, pero el desafío es poder exteriorizarlo. Yo recién llegué de Toronto, de la Cumbre Global de Agua en Minería, donde se reúnen los expertos en gestión del agua de las operaciones mineras a nivel mundial. La mayoría de los presentes eran ingenieros, geólogos, profesionales hídricos, pero el programa abarcó muchos aspectos sociales, de permisos y creo que, a partir de esta edición, se va a empezar a reconvertir y ese es el desafío. Se habló mucho del rol de las comunidades porque el agua es transversal. Acá en San Juan existe un gran desafío en materia de agua, y ese desafío no solo es de nuestra provincia, sino de muchas partes del mundo y uno va escuchando experiencias, aportes, cosas que hay que hacer y cosas que ya se han probado que no hay que hacer. Así como nosotros ponemos al agua en situación de escasez, hay muchos lugares que tienen exactamente el panorama opuesto, lugares donde la abundancia del recurso hídrico es tan problemática como la escasez. Es aquí donde aparece la innovación y el trabajo conjunto de todos los actores y participantes como algo fundamental.
– De tu viaje a la Cumbre Global del Agua en Minería que se hizo en Canadá, ¿Qué es lo que te quedó en materia social?
CL-Fueron tres días y todo el tiempo se repitieron las palabras: social, comunidad, integración y cercanía. Pero en un momento alguien dijo: “todo comienza con la comunicación, sigue con la comunicación y termina con la comunicación”. Y esta frase pegó muchísimo y lo adoptaron en los paneles. Es un trabajo muy grande porque el mundo viene avanzando mucho y a una gran velocidad, y las empresas que han entendido esto ya no trabajan con mesas chicas, y estas mesas están abiertas en primera instancia a los grupos internos. Muchas veces somos integrantes de empresas de la cual también somos consumidores de esa marca, entonces la mesa debe estar abierta. En nuestro caso que es la minería, yo trabajo para Josemaría, pero también soy parte de la comunidad de San Juan. Puertas adentro nosotros también cuestionamos muchas cosas porque estamos más informados, entonces nosotros le preguntamos al equipo técnico de ingenieros ¿por qué no podemos recuperar más del 85% del agua? ¿Podemos evitar que se evapore? Eso también está bueno entenderlo y por el conocimiento que tenemos del mercado laboral, estamos vivenciando una cuestión de necesidad de encontrar talentos y cómo las empresas pelean por esos talentos y cómo la gente joven está viendo la posibilidad de que pueda elegir dónde trabajar y no es solo por lo económico, sino por un sistema de valores que se comparte con la empresa.
– ¿Cuáles son los elementos claves a la hora de comunicar en minería?
CL-Es cierto que la emoción es un factor clave, pero hay que escuchar, entender cómo nos informamos, hay estudios y estadísticas sobre este tema y es tremendamente dinámico. Estamos en una comunidad donde las redes sociales son tremendamente fuertes, y no estamos hablando de las digitales, sino de las humanas. Estamos hablando del asado, la sobremesa, la mateada. Esto en San Juan es muy fuerte, muchas de las fuentes de información son nuestro círculo, con las que compartimos todos los días. Puede que uno no lea el diario, pero le llega información al grupo de los papás del colegio o vecinos del barrio. El desafío es todo el tiempo estar viendo cómo la gente se informa y eso nos alienta a seguir e intentar todos los días.
– ¿Es mayor el desafío comunicacional luego de la reciente fusión con Lundin?
CL-No debería haber un desafío mayor, es una responsabilidad independiente de la empresa. En realidad, con Lundin estamos muy contentos de lo que sucedió. Por ahí no se entiende mucho porque los nombres de las empresas del Grupo Lundin son muy parecidos. Esta es una de las 14 empresas que conforman el Grupo y a partir del 28 de mayo se cerró un proceso de integración por el cual Josemaría Resources, propietaria del 100% del proyecto y a la cual nosotros pertenecíamos, dejó de cotizar en Bolsa y nos ha comprado la empresa Lundin Mining y somos una de las seis empresas que conforman esta otra empresa. Y ahora se vienen cosas lindas y copadas, porque ya hay otros referentes dentro del grupo y empezamos a compartir experiencias, información etc. Estoy feliz porque ahora vamos a poder tener nuestra Web Site gestionado desde San Juan, sumado a las Redes Sociales que las venimos trabajando. Ahora el gran desafío que tenemos es interno, tenemos un grupo de 200 personas, muchas de ellas nuevas con las cuales tenemos que sentarnos a conversar, comentarles para qué empresa trabaja, cuáles son nuestros valores etc., porque las dos primeras semanas de lo que se va a hablar en su casa es de su nuevo trabajo y las redes sociales personales son muy importantes.
-Un grupo antiminero de La Rioja dijo que realizará cortes de ruta ¿esto les puede llegar a afectar el actual trabajo de exploración en el proyecto Josemaría?
IG-Cualquier corte de ruta es ilegal, eso es lo primero que hay que decir. Y como acto ilegal, las autoridades de la zona deberán tomar las medidas que crean pertinentes, porque los cortes terminan afectando a todo el mundo. Este es un concepto que aplica a cualquier corte de ruta en cualquier lugar del país. En Argentina, tenemos una larga experiencia vinculada a este tipo de manifestaciones y hemos aprendido que las manifestaciones siempre son buenas y necesarias, pero también entendemos que hay una serie de derechos que el mundo tiene que seguir ejerciendo. Llegado el momento, si hubiese un corte deberíamos evaluar en qué nos afecta. Nuestro proyecto se localiza en el noroeste de la provincia de San Juan y por Ruta 40 hacemos un codito en el suroeste de La Rioja, lo que es Guandacol y sus poblaciones aledañas. Hemos pasado por esta zona durante 20 años y ya tenemos un trabajo con las comunidades de veinte años. Es un trabajo muy sólido con desafíos muy lindos y tenemos confianza mutua para que cualquier dificultad la podamos solucionar sin mayor problema.
Saliendo de la zona de Guandacol hay algunos opositores, que pueden ser mayores o no, pero la gente de la zona nos dice que van a defender sus puestos de trabajo y lo que hemos conseguido en tanto tiempo trabajando juntos. Lejos estamos de querer que estos intereses se conviertan en pujas para la misma comunidad, terminamos nosotros siendo un argumento para la discusión entre comunidades y eso no es bueno.
– ¿Cómo se maneja la ansiedad del sanjuanino que está buscando trabajar para Josemaría?
IG-Hay que tener en cuenta que el Proyecto Josemaría tiene hacia adelante 4 años de trabajo. Hay un montón de cuestiones laborales que tenemos que desarrollar para el año que viene, también para 2023 y los años que siguen. Josemaría tiene cuatro lugares de trabajo: la mina propiamente, la preparación de la mina en el Centro Logístico que empezamos a preparar en Albardón y tenemos que hacer 200 kilómetros de camino, lo que se constituye como otro lugar de trabajo. Además, tenemos que hacer 250 kilómetros de línea eléctrica de alta tensión, lo que también significa un enorme lugar de trabajo. Ya tenemos un despliegue de desafíos laborales muy amplio y en todos ellos, el 100% son perfiles técnicos. Hace tiempo atrás un concejal me decía, “aunque sea, el de pico y pala, el que no sabe nada, que sea iglesiano”. Obviamente que la prioridad es la gente de Iglesia, pero no existe nadie que no sepa nada, la persona debe tener secundario cumplido, carné de conductor, con capacitaciones en manejo de 4×4, con perfil técnico de lo que vaya a hacer. Es decir que lo básico, ya es muy alto, la ansiedad tiene que ser una pregunta hacia uno mismo. Cada persona individualmente tiene que ver qué puede hacer, cómo debe preparar su currículum, qué cursos debe hacer, etc. Si hablamos de cuatro años de trabajo, un joven puede mandarse ya a una Tecnicatura de dos años y sus posibilidades de conseguir trabajo en Josemaría dentro de dos años van a ser muchísimo más altas.
Hay otro tema importante que es la diversificación económica. Alguien escuchará que se va a construir una mina y tenemos que meterle toda la tecnología existente en ese momento, entonces un programador puede entender que se va a necesitar muchísimo trabajo de programación y en vez de mandar un C.V a la empresa, decide poner un Centro de Capacitación en Programación en Iglesia. Una cosa muy de costado, indirectamente, puede ponerse a pensar en una red de proveedores que siempre resulta amplia, creo que este año y el que viene van a ser momentos muy importantes para pensar y darle importancia a la creatividad.
CL-Lo que está sucediendo es enorme, cada vez que posteamos algo en las Redes Sociales de Josemaría, no importa el tema, todos los comentarios que vienen abajo preguntan dónde pueden mandar su currículum. El 90% de los comentarios de cualquier posteo, video o salutación que mandemos es “quiero sumarme a su equipo de trabajo”. Hay una casilla de mail donde la gente puede enviar su currículum, se llama: [email protected]. La estoy diciendo con un poco de duda porque es probable que cambie por la nueva fusión de la compañía. Hemos recibido unos 10 mil currículums, lo que es muchísimo. Es importante refrescar algunos números por la expectativa de la gente que puede trabajar y cuáles son las diferentes etapas.
Hasta hace un año, Josemaría era un equipo de 23 personas, hoy tenemos 215 personas y en plena operación se calcula que vamos a estar cerca de las 800 o 900 personas solo de personal estable. De los diez mil currículums recibidos, no todos van a poder ingresar. Sin embargo, la mano de obra más grande va a estar vinculada con los contratistas durante la etapa de construcción de la mina. Aquí es donde viene la parte multiplicadora de la actividad minera. Está bueno que las personas empiecen a detectar quiénes son las empresas proveedoras de bienes y servicios, porque quizás la oportunidad está por ahí. Nosotros tenemos Facebook e Instagram y recomiendo mucho que se hagan una cuenta de LinkedIn. Y a medida que vamos avanzando se van a ir generando los puestos. Durante la construcción vamos a tener picos de 4.000 personas trabajando al mismo tiempo, y eso durará lo que dure la construcción. Todo esto lo vamos a ir comunicando y hay que estar atentos a todas las oportunidades.
Fuente: Cámara Minera de San Juan